domingo, 23 de enero de 2011

el artista cumplió años










nuestro amor
lo sabemos cabalmente
trabajosa y felizmente
altera calendarios
modifica preconceptos
desconcierta prejuicios
sorprende a cupido
anida ahija y enfamilia
celebra diversidades
se alimenta con tu música
con mis incipientes letras
con nuestras charlas
obstinadas eternas divertidas
se perfuma en nuestras sábanas
se hace y rehace en la osadía
se colorea con la luminaria
de los amigos queridos
y ademas
con enérgica obstinación
desbarata los relojes.

feliz año que comienza
mi amor de mandarina
de hiel y de miel
el primero y último
el tardío y oportuno
mi intimo artista.
dañel.

lunes, 17 de enero de 2011

APLAUSOS Y ABRAZOS PARA ELLA

SEXO BLOGGER

- Me gusta un hombre de un blog.
- ¿De un blog?... te referís a lo que vos hacés? Eso de escribir y publicar por Internet? – Preguntó Silvina, mientras oprimía el botón para llamar al ascensor.
- Sí, exactamente eso.
- Mirá que bien…y?... ¿Es buen mozo?- Siguió preguntando.
- No se, no lo conozco.
- No entiendo nena… podés explicarme un poquito mas? ¿Te mandó un correo?, ¿Chatearon?
- No, tampoco.
- Al menos sabés como se llama?
- No…
- Dale, subí antes que se cierre la puerta y dejá de contarme estupideces.
- No es una estupidez, desde hace unos días no dejo de pensar en él.
- ¿Y como es eso de pensar en alguien que no conoces?- Silvina se concentró en su imagen en el espejo, se miró de perfil, de frente, se puso de espaldas y miró su trasero detenidamente, ya sin prestar demasiada atención a las palabras de Mirka.
- Me gusta como escribe… había leído unas cuantas cosas suyas, algunos relatos entretenidos, pero una de estas noches, cuando el calor no me dejaba conciliar el sueño, y mientras puteaba por que a la mañana siguiente iba a tener que ir a trabajar igual…
- Dale bajá…
- …me acosté en bolas sobre mi cama, puse sobre mis piernas la netbook, esperando que leer un poco me agotara y terminara aunque sea adormeciéndome, y al entrar a mi blog, veo una actualización suya, título “Alta temperatura”…
- Entrá.
- Me fui de inmediato a leerlo…
- Vamos a la cocina, vos hablá que yo preparo algo para comer.
- … en los primeros párrafos de su texto sentí que el calor al que el tipo hacía referencia y que estaba sufriendo, como el resto de los mortales en la ciudad, le había quitado un poco de almidón a su texto… describía el lugar donde vivía él o el personaje del relato.
- ¿El o el personaje?...él es un concreto, el personaje no existe y ahí ni piar Mirka, basta con personajes… ¿Te gusta la palta?
- Si… el tipo describía lo que estaba viendo por la ventana…
-¿Quién?
- El …
- Ok, te sigo, dale.
- Miré para mi ventana, que también estaba completamente abierta, y ví exactamente lo que estaba leyendo.
- ¿Habías fumado nena?
- No… te juro, era lo mismo, lo que veía y lo que leía…bueno, la ciudad es bastante parecida desde cualquier ventana, pero describía el parque, la fuente seca y el cartel luminoso que estaba sobre la pared de la fabrica abandonada… comencé a transpirar mas… y me dió un ataque de tos en el momento que en el relato, y entre el paisaje urbano, aparecía la escena que desde lejos él podía ver en una ventana vecina…una mujer desnuda sobre una cama con una computadora sobre sus piernas.
Silvina abandonó lo que estaba preparando y sin moverse de al lado de la mesada, clavó los ojos y los oídos en su amiga.
- No podía ser yo, el había publicado antes de que yo me tirara en la cama, y sin embargo era yo, mi ventana, mi plaza, la fabrica de mi cuadra… me levanté así como estaba y me asomé por la ventana imaginando que podría verlo en algunos de los edificios cercanos, pero no, no divisé nada que me llamara la atención. Me volví y comencé a escribir… “el hombre envuelto por una toalla blanca, con la piel húmeda por el sudor, abrió la puerta y se acercó a ella sin que lo percibiera. Cuando estuvo a escasos centímetros, se arrodilló a sus espaldas, frotó su humedad en sus piernas y surcó con su lengua la línea curva que terminaba en su espalda. La mujer, que lo estaba esperando, dejó sus brazos muertos a los lados del cuerpo y sin siquiera hacer un intento por verle la cara, dejó que la mirada se le fuera por la ventana, se quedó de pie, quieta, ahogando los gemidos, hasta que la sombra dejó de ser huella en el suelo y se desapareció entre sus piernas.”… lo publiqué, aun exaltada y agónica después del orgasmo, y unos segundos después aparecía el primer comentario en la entrada:

“Mañana a la misma hora” 

publicado por Magah en su blog palabras descalzas 

nota: nada que agregar!

martes, 11 de enero de 2011

este martes

                                           quiero un cielo bien celeste aunque me cueste.
                                                      de verdad, no cielo de postal
                                                                   m.e.walsh

este es un martes
de pájaros solitarios
sin orquídeas ni tangos
ni mujeres apuradas
camino del amor.
    
un martes sin frío ni calor
con airecito de primaveras
y opacidades de otoño
ni llueve ni está el sol.

este es un martes
tal vez mas indicado
para que un ciego y un borracho
se junten a contarse
de esa mujer que no pudo ver
y de ese amor inolvidable.

este martes no merece
una mención de calendario
no es diecisiete ni trece
no hay noticias
maría elena se ha callado.

este martes
solo se redime
con una pecadora siesta
de amantes reencontrados.

me parece.


a Osías, el osito.

viernes, 7 de enero de 2011

jazmines y calandrias

                                                                                          al Cronista, por inspirarme otro final.    

Cuando Marta se despertó, escuchó el leve murmullo del agua y sonrió.
Festejó con una pequeña carcajada aquel cosquilleo en los pies: sobre sus sandalias había un ramo de jazmines. "Los Reyes Magos!...". Abrazada a las flores pasó por la cocina donde vió de reojo el mate preparado y el plato con trozos de pan dulce.
En el patio estaba el hombre inclinado sobre la huertita; en un pedacito así de tierra y en quince días, habían brotado hojitas de diferentes perfumes.
Apoyó su mano suave en el centro de su espalda y él se incorporó con la agilidad de un muchacho: -Jazmín rima con Fermín!- rió mientras se abrazaban.
-Los jazmines me trajeron. Y el olor de la huerta.
-Qué? Y yo?
-Vos andás conmigo, Marta.
Se miraron como aquel día del encuentro. 
El había vuelto el primer día del año, con una bolsita de cerezas y duraznos "para comer despues de la siesta" y ella lo había recibido con la clara alegría de los deseos cumplidos. Y en silencioso acuerdo, Fermín ha de ir y venir como si nada, según parece.
Marta fue a buscar el mate y el pan dulce y se sentaron a la sombra, en los viejos sillones de mimbre que Fermín había pintado de azul.
-Con el frescor de estos jazmines, ya no dan ganas de ir a la plaza, no?
-Y por las calandrias que anidaron en el paraíso!
-Ah, si!... esas locas barullentas...
Un silencio apenas rasgado por el murmullo de la brisa de la vida entre las hojas.

-Qué suerte que es día de Reyes y que te trajeron los jazmines y la huerta. Te andaba extrañando..., dos días sin verte!- y mientras lo convidaba con pan dulce y un mate -Adelita y su familia andan bien?
-Si, muy bien!... Acostumbrándose.-contestó Fermín, mirándola como en la plaza.