jueves, 25 de noviembre de 2010

Hoy, 25 de noviembre.

Pablo:
Desde chiquita, desde que me acuerdo, siempre me decían: "tenés que aprender a escuchar, a ser obediente, a sentarte bien, a no gritar, a prestar más atención, a caminar sin saltar, a no bailar sin música como una loquita, a reirte sin carcajadas..." uf! y yo aprendí a aprender. Cuando me enamoré de vos, seguí aprendiendo. Aprendí a olvidarme de mí, a no quejarme, a sentirme culpable, a no esperar nada, a quererte a pesar de todo. Y aprendí a ser lo que permití que hicieras conmigo: tonta, torpe, mentirosa, descuidada, distraída, llorona, inútil e invisible. Lo que no aprendí fue a olvidarme. No me olvidé nunca de lo que me gustaba saltar y reirme fuerte y bailar sin música como una loquita. No me olvidé de prestar atención, ni de anotar en mi alma todo lo que le gustaba a mis ojos y todo lo que no le gustaba a mi corazón. No pude olvidarme de pensar y de entender. No me olvidè del tiempo en que el miedo no existía.Y no me olvidé de soñar.
Así que, esa que no olvidé empezó a soñar estrategias de libertad. Simples y secretas. Mientras me dejabas encerrada para irte a trabajar, yo aprendí a navegar por internet y a borrar las huellas de mi barquito virtual. Y como vos me exigiste aprender a cocinar y yo aprendí muy bien, comencé a publicar mis recetas en ese mundo inmensurable, donde soy como quiero ser. Y porque he soñado con tantas y tantas ganas, esa que no olvidé se escapó de mí y de vos. Y ahora mismo, te escribo esta carta para decirte que voy a salirme por la ventana, sin que me importe la mirada de nadie. Afuera me espera esa que no olvidé.
Me abrazaré a ella sin culpas y me iré cantando bajito, llevando mi alma como un barrilete, llorando por mí. Solo por mí. Mientras la tarde colorea jacarandaes.
Chau, Pablo. Me voy a seguir aprendiendo!
                                                    Mariela



por la valentía de su comentario en el blog Yuyo del suburbio
dedico esta entrada a Patricia 333. Enhorabuena!

domingo, 21 de noviembre de 2010

aplausos y abrazos para él

Esperando a Godot

Sábado de luna llena y el viejo lobo sale de su guarida. Buscando algo parecido a un hogar se sienta en el rincón del último bodegón de Buenos Aires. Las mesas desbordan, bulliciosas. Pide comida y un vaso de vino, mientras lee “Esperando a Godot”, intentando ser ajeno a la dolorosa alegría de los otros.
Se le acerca un tipo con una valija. Tiene pinta de ser Dios o el Diablo, y encuentra risueña semejante ocurrencia. El que sea de los dos le deja la valija en pago por “los servicios prestados” La mira de soslayo. Está repleta de dinero. Termina la pobre cena y se vuelve a su no hogar, valija en mano. Pero no la abre, siente que el contenido no podrá cambiar las cosas que le importan de su vida. Espera un poco más a Godot y decide ir a tomar la última copa a “Mundo bizarro” dejando la valija intacta. Ya tendrá tiempo para revisarla.
Se ubica en la punta de la barra y la ve. No está seguro de conocerla pero se ponen a conversar como si fuera la primera vez. Empieza a sentir su cuerpo nuevamente. Una hora después están en la casa de ella, amándose. Luego se marcha sin hacer ruido, ella ya está dormida.
Regresa a la guarida y sobre la mesa, la valija. Ahora sí la abre, pero ya no están los billetes. No le importa. Se sirve un whisky y se va a esperar otro poco a Godot. Seguramente no vendrá, no la misma noche de luna llena en que vio a Dios o al Diablo, tuvo entre sus manos una valija llena de dinero y luego, a un ángel que se quedó dormido.


Samuel Beckett y yo tenemos algo en común: ambos escribimos "Esperando a Godot"
 
 
publicado por Marcelo Suarez de Luna en su blog La menor Idea
 

Daniel Os dijo...
Godot llegó dos veces, en forma de prosperidad y de amor pero, mi querido Vladimir, me temo que usted esperaba un hogar. Siempre el Mesías se les aparece a los fieles de la religión de enfrente. Un abrazo y saludos a Estragon. D.
Nota: No suelo agregar comentarios ajenos a mis amigos "aplaudidos y abrazados" pero, querido Cronista, déjeme sentir (mas que pensar), en la buena puntería de Daniel Os en el "tema de marras". Abrazo les.
 

lunes, 15 de noviembre de 2010

haikus silábicos








 1. da
lame la luna
nuestro amor húmedo
de esplendores.

2. ñel
dulces tórtolas
se regocijan mirando
enlunadas caricias.

3. mir
soplan vientitos
conjurando tormentas
con locos besos.

4.kin
canta el zorzal
al liso amanecer
de nuestras sábanas.

lunes, 8 de noviembre de 2010

último amor


         



para arlenne, en aviso




vivirlo 
como un juego de ésos
de días sin escuela
que parecen sin final.

soñarlo
como un video clip
donde joaquín sabina
me canta esa canción
que inventó para mí
mientras lo soñaba.

acunarlo
como a un gato 
de esos que se encuentran
al borde de la vida
y que ya no se van.

besarlo
con besos de ojos cerrados
bocas abiertas y manos inquietas
con palabritas inventadas
que no quieren decir nada.

abrazarlo
como al aire de la tarde
como a los mejores sueños
como a la madrugada
como a mi misma.

sexearlo 
como a la hora de la siesta
como antes del laburo
como si se fuera de viaje.

reirlo
con sonrisitas de caramelo
con locas carcajadas
con la mirada y la boca
y todo el cuerpo.

devorarlo
como si fuera ese durazno
que no pude comer
aquella tarde de verano.

llorarlo
solo cuando sea el día
del tren en la última estación
con todos los llantos adioseros
y si no hubiera otro remedio.

guardarlo 
en esa misma caja
de los momentos invencibles
a los que no tocará el olvido.



lunes, 1 de noviembre de 2010

pájaros de la tarde










como un delicado mantel blanco
silenciosa como un pentagrama vacío
alerta como una página sin letras
mi alma se tiende y se extiende
para escuchar los pájaros de la tarde.

entonces sucede éso
de los manjares de la infancia
chocolate caliente pan y queso.
reconocer el silbo el gorjeo
el trino los arrullos... los pájaros.
sentir que puedo con los versos!

vuelve a posarse en mi mano
aquel mágico pájaro azul
que me regaló mi madre
y que a veces me olvido
de alimentar con sueños.

reando caminos de arena
que van hasta el rio de mi infancia
siempre nuevo y siempre fresco.
y es posible el insistente deseo
que a todas las tormentas
se las devore el mar y sólo sea eso.

pienso, porque sí, en los ojos
del último emperador
persiguiendo el vuelo de los jilgueros
que van hacia el poniente.

y en el tranquilo canto milagrero
de los pájaros de la tarde 
puedo inventar definitivamente
que todo mi universo
se salva entre sus brazos.

es cuando el aire se pone celeste.