miércoles, 7 de julio de 2010

río gualeguay


a Nilda Quijano
a Marcelo Suarez de Luna
por lo que ellos saben











la ribera
ese lugar donde fulgura la vida
y sombrea la muerte
mientras el sauce acaricia
la fresca espalda del río
tiene enredada en su largo
la invisible mirada de mi madre

la ribera
se arrulla con el suave silbido
del pescador que vuelve
se despierta
con el llanto hambriento
del gurisito costero
porque una luna deslechada
otra vez suspira
sin mas nada que su seno.

la ribera
guarda ardores
de amores
suaves y de los otros
con rabias de vino tinto

la ribera
ensueña veranos con eucaliptus
siestas recostadas
con risas escondidas
en la trama còmplice de los espinillos
ay! y las primeras caricias
de mi inicial adolescencia.

13 comentarios:

  1. y a Enrique Wernicke por "La ribera", mis respetos y mi melancólica desazón

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  2. Me ha encantado este paseo a la orilla del río...



    Saludos y un abrazo.

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  3. A mi me dió nostalgias del Paraná.

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  4. Ay las pimeras caricias de mi inicial adolescencia... Que palabras tan lindas mi luna preferidaaaaaaaaa. Poco a poco regreso amiga, un abrazo enorme.

    Carlos Eduardo

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  5. ay de las riberas, recuerdo tambiénm una preciosa historia de amor en una ribera,
    gracias

    un abrazo

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  6. Este poema debes leérselo al río.
    Es justo que así sea.
    O sea, vas a la ribera y ya sabes lo que has de hacer.

    Besos.

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  7. Voy por la ribera de tu río. En la mirada de tu madre y en tu mirada, en el rumor del agua y en tu palabra.
    Besos, Miralunas, hermosa poesía
    El Esmoris

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  8. Epa! Yo venía tranquilito y con la guardia baja! Pero así es la ribera, hermosa y cruel. Y siempre nos sorprende con la guardia baja.
    Un beso y muchas gracias

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  9. Hermoso encuentro, tu nostalgia y el río.

    Un beso

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  10. Regalito encontrado en libro de Bioy:

    Misterio:
    En mi experiencia, cuando se menciona la calle Guise, suele ocurrir que alguien diga que le gusta el nombre. A mí también me gusta, pero si pienso un poco, advierto que se parece demasiado a guiso.

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  11. Y vienen gritando sus cantos los camalotes del Paraná, gritan su ausencia y su risa
    que les dejó de cantar

    Besoooooooos Miralunitas querida

    Estercita

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